PERASHIOT “MATOT – MASSÉ”

‘Cambia, todo cambia…’

(Comentario sobre la Perashat semanal)

15/7/2023 – 26 DE TAMUZ 5783

Tiempos de cambio. Movimientos intensos que conmueven y vuelven a llevarnos hacia instancias donde el recuerdo asoma –pidiendo permiso- por entre las nubladas memorias y las persistentes ofertas del olvido, que intenta, en su arduo quehacer, llamarnos a ser “felices”, dejando atrás al pasado…

Cuando hay cambios, no sólo los tiempos mutan. También los sentimientos de las personas sufren alguna metamorfosis. A veces, esas variaciones son tan pero tan manifiestas, que así como los ‘tiempos mutan’, los sentimientos se ‘permutan…’. Lamentablemente…Por un instante, todo parece haber ingresado en un cono de sombras, profundo, silencioso y amenazante. Y lo vivido se torna algo semejante a un “ya visto”…a una imagen ligada a un pasado y dolorosamente desconectada del presente…

‘Cambia, todo cambia’ decía la canción popular. Y cuando lo pienso, íntimamente, casi lo apruebo. Casi lo compruebo. Con no menos estremecimiento que usted, querido lector, que bien puede sumarse a las filas de los ‘resistentes al cambio’. Pero no… Creo que todo cambio es para bien. Porque alimenta la esperanza. Suma expectativas. Genera espacios nunca antes existidos. Produce que lo nuevo tenga lugar. Inspira a construir. A reconstruirse…

El idioma hebreo, lengua ‘del paraíso’, me lo ha enseñado. ‘Cambio’ –vocablo al que muchos tememos-, se dice: “Shinui”…Una raíz verbal muy peculiar. Porque alberga dentro de sí dos instancias. Una realidad dual. Por un lado, me ‘hace escuchar’ entre sus sonidos la palabra ‘Shení’, ‘Mishné’, que significa, segundo…Aquello que llega después de… Aquello que ocupa un lugar próximo al primero.

Pero por otro lado, el mismo verbo de la diferencia –del cambio- nos conduce al concepto de ‘shoné’ –distinto– y del ‘shoné’ –el que enseña-…lo que enseña.

Es entonces cuando podemos comenzar a quitarnos los ‘miedos’. Es cuando el ser humano –lo más versátil en el mundo de la creación-, puede aprender de sus cambios y llega a comprender las transformaciones.

Cambio entonces, tiene sabor a una ‘segunda oportunidad’. Lo nuevo. Lo que genera vida. Y es a partir de ello, que lo que habrá de iniciarse, diferente (‘shoné’), me habrá de traer hacia mis ‘aguas inquietas’ un aprendizaje, una nueva enseñanza. Un nuevo desafío en ese vivir, que, más allá de lo biológico, se llena de posibilidades únicas y maravillosas que sólo el hombre puede experimentar, sentir, abrazar y transmitir…

Vivimos semanas inquietas. Tiempos donde todo el pasado pide permiso para ocupar el escenario del cotidiano hacer y buscar y rebuscar a veces con cierta impaciencia, el sentido del esfuerzo, el desapego de un abandono, las fuerzas y contrafuerzas, y lo más temido, las impotencias que doblegaron el espíritu de un ser que sentía haber sido dueño de la escena así como de su destino…

La presente semana, nos depositará en un ‘tiempo de cambio’… El mes de Ab toca a las puertas del calendario para desplegar sus horas y sus días. Un tiempo, que lleva el signo del dolor, de la consternación, de las insuficiencias…Un mes donde todo se torna insuficiente. Y es precisamente este tiempo que arriba, el que denuncia tal vez, a mi humilde opinión, esa secuencia de sentimientos encontrados que vienen a lo largo del existir, pero que en estos tiempos, parecen llegar para ‘quedarse definitivamente’…

“Alef Bet”…Ab… ¡Cuánta significación en su nombre! Porque no sólo habla del ‘Padre’, sino que reclama un ‘Principio’, un ‘Patrón’. Un comienzo. Es tal vez, la oportunidad para empezar a hablar correctamente. Desde lo primero. Teniendo en cuenta lo Supremo. Optando por modelos –‘patrones’- de conducta acordes a nuestra estatura moral, a nuestros compromisos éticos.

¿Será por ello, me pregunto, que nuestra sabia y profunda Halajá ha establecido normas muy estrictas para el comienzo de este tiempo y sus primeros nueve días? Creo que en su afán de preservarnos, la normativa judía –el manual del diario vivir-, nos enseña a cómo hacerlo. Tomando en cuenta los tiempos. ‘Porque no todos los tiempos son iguales’, usted lo sabe.

Y porque en este mes tan singular, donde podemos recomenzar a articular el lenguaje del saber vivir, no nos debería costar pronunciar “Alef”, “Bet”…En su sentido más profundo. El mes de ‘Ab’ llega y nos trae todo ese pasado en un pañuelo… Para que lo abramos y despleguemos el presente. Para que veamos la diferencia (‘shoné’), aunque también para que aprendamos (‘shoné’) lo nuevo. Que enseñemos a nuestras vidas a recuperar al hombre nuevo que debe nacer por entre los temores al cambio.

El mes de Ab nos invita a tomar en cuenta los tiempos. Los tiempos de cambio…

¡¡Shabat Shalom uMeboraj!!
De todo corazón,
Mordejai Maarabi