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PERASHAT “VAYJÍ”
- diciembre 28, 2023
- Publicado por: Admin
- Categoría: Sección Torah
La Fuerza de la Esperanza (Comentario sobre la Perashat Semanal)
30/12/2023 – 18 TEVET 5784
En su famosa bendición a sus nietos, Menashé y Efraím, Yaacob ora para que “el ángel que me ha redimido de todo mal” – ‘HaMalaj ha-goel otí mi-col rá’– los bendiga y los haga fructíferos (48:16). En esta berajá, Yaacob mira su vida atribulada con cariño y agradecimiento, reconociendo que se había librado compasivamente de “todo mal”. Ve su vida con tal aprecio y positividad que les desea a sus nietos la misma buena fortuna de la que disfrutó. Aquí nace por cierto una pregunta… Y ella es cómo conciliar la perspectiva expresada aquí con la descripción mucho más sombría de Yaacob de su vida diecisiete años antes, a su llegada a Egipto.
Como leímos antes (47: 9), cuando Yaacob se presentó ante el Faraón, quien le preguntó su edad de inmediato, él respondió que tenía ciento treinta años, y agregó: “Los días de los años de mi vida han sido pocos y atormentados, y no han llegado a los días de los años de mis antepasados…”. Aquí, Yaacob lamenta su difícil vida de dificultades y adversidad, y Jazal nuestros sabios de bendita memoria- critican de hecho a Yaacob por quejarse de su vida “turbulenta” (ver Da’at Zekenim). ¿Por qué Yaacob habló tan negativamente sobre su vida en su encuentro con el Faraón, pero luego reconoció con gratitud al “ángel” que lo había ayudado a lo largo de su vida, cuando bendijo a Efráim y Menashé?
Una respuesta simple es que la diferencia radica en la brecha de diecisiete años entre estas dos declaraciones. Yaacob apareció ante el faraón inmediatamente después de escuchar que Yosef estaba vivo, luego de veintidós años de duelo y dolor. En este punto, el dolor y la angustia de sus problemas todavía estaban frescos en su mente, y las heridas emocionales que se acumularon durante sus muchos años de sufrimiento aún no habían sanado. Así que poco después de sus décadas de dolor, vio sus años como “pocos y turbulentos”. Pero después de diecisiete años de paz y estabilidad, viviendo cerca de sus hijos y bajo el cuidado de Yosef, pudo ver su vida desde una perspectiva mucho más positiva. Aunque había soportado una gran cantidad de adversidades y angustias, el paso del tiempo le permitió ver al “ángel” que tomó su mano durante sus años de dificultades.
En general, los períodos y situaciones de adversidad parecen mucho más duros en ese momento que en el futuro en retrospectiva y retrospectiva. Cuando enfrentamos dificultades, debemos confiar en que hay un “ángel” que nos protege del mal incluso en medio de nuestra angustia, y llegará el momento en que seremos capaces de mirar hacia atrás con cariño y gratitud a todo lo que sucedió, desde un fresco, perspectiva optimista y positiva.
Cada anochecer, cuando nuestros hijos iban a su descanso –hoy los escuchamos a ellos cantar a sus propios hijos- nos inspiraba ese versículo transformado en una sensible canción. “Ha-Malaj ha-goel otí mi-col rá, iebarej et ha-ne’arím…”…El ‘ángel’ que me ha liberado de todo mal, quiera bendecir a estos niños…’. Luego el sueño reparador y una noche de ensoñación y descanso llegará a los más pequeños; luego, cada papá y cada papá sentirá la ‘misión cumplida’ por ese día…Un día, que regresa en el recorrido de la vida, para volver a escuchar la misma bendición de la boca de nuestros hijos…La maravilla del verse continuado…
¡¡Shabat Shalom uMeboraj!!
Rab Mordejai Maarabi